potaje vigilia

Potaje de Vigilia

Estamos en cuaresma, ese tiempo que que va desde el final del Carnaval hasta que empieza la Semana Santa, y en mi casa en estas fechas los vienes se toma Potaje de Vigilia. El potaje de vigilia es un plato tradicional que en mi casa tenía el objetivo de no comer carne durante la cuaresma y que lo preparaba mi abuela como nadie, mi madre por su parte trató de mantener la tradición pero se fue disipando hasta que yo tomé el relevo a los fogones en casa,  y luego tanto mis hermanas como yo, hemos convertido el preparar este plato en una manera de recordar de alguna manera las comidas de nuestra infancia.

El potaje de vigilia es un plato contundente, pero nada pesado, muy completo y que además está muy pero que muy rico, por eso no lo dudéis y disfrutar de este delicioso plato de cucara, tan típico.

Ingredientes (4 pax):

1/4 kg. de garbanzos (puestos a remojo la noche anterior)

1/4 kg. de judías blancas (de las pequeñas, alubias)

300 gr. de bacalao (desalado, unas 12 h)

4 zanahorias (en rodajas de unos 2 cm)

1/2 kg de espinacas frescas

1 nabo

1 puerro

2 ramitas de perejil fresco

1 cuharadita de perejil triturado seco

2 hojas de laurel

6 o 7 hebras de azafrán

4 huevos

50 gr. de piñones

1vaso de leche

300 gr. de pan rallado ( o cachos de pan duro)

1/2 cucharadita de ajo granulado

 

Preparación:

En una olla ponemos el 1/4 de garbanzos, el 1/4 de judías blancas, el puerro, el nabo, las zanahorias cortadas en rodajas, las 2 hojas de laurel, cubrimos con agua (unos 3 dedos por encima) y ponemos a hervir durante 1 hora, cuando lleve una hora hirviendo añadimos las 2 ramitas de perejil y el los 300 gr. de bacalao desalado en cachitos y dejamos cocer 2 horas más.

Limpiamos y cortamos las espinacas en trozos grandes y la añadimos a la olla, añadimos las hebras de azafrán y ponemos los dos huevos a cocer también, dejando que cueza hasta que los garbanzos y las judías estén blandas del todo. Mientras en un bol ponemos el pan rallado (o el pan duro en trozos) y le añadimos la leche para que se empape bien (removerlo si es necesario), mientras en otro bol batimos los 2 huevos, añadimos 1 cucharadita de café de perejil triturado y la 1/2 cucharadita de ajo triturado y los piñones y lo vertemos sobre el pan rallado con la leche, mezclamos bien para formar una pasta densa y con las manos hacemos bolitas.

Calentamos aceite en una sartén o la freidora y freímos las bolitas hasta que estén doradas por todo los sitios y reservamos.

Cuando los garbanzos y las judías estén blanditas sacamos los huevos cocidos,  los pelamos y cortamos la clara en cuadraditos y añadimos las claras en trocitos y las bolitas de pan y dejamos que cueza 10 minutos y apagamos el fuego.

 

Para servir, poner en un plato un poco de todo y espolvoreamos por encima un poco de yema del huevo cocido (o moros como se llaman en mi casa) y listo para comer.

 

 

 

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